Vivimos una época llena de desafíos y oportunidades de cambio. El salto de una cultura competitiva y basada en emociones negativas como la agresividad o el miedo a una cultura colaborativa basada en el conocimiento compartido, la creatividad, el aprecio, la confianza y la compasión está lleno de dificultades, pero hay que afrontarlas para que el desarrollo tecnológico y de conocimiento que se está produciendo en los últimos años pueda ser utilizado para el bienestar y el crecimiento de las personas y sus organizaciones. La colaboración es una fuente de bienestar emocional porque crea las condiciones para el establecimiento de vínculos y soporte emocional de las personas. Pero desde un punto de vista práctico, el trabajo colaborativo es el andamiaje fundamental para el éxito personal, de los grupos y las organizaciones.
Tal como dice Jeff Conklin en su artículo ‘The Age of Design’ estamos ante un cambio de paradigma que genera tensiones, dudas, dilemas y en ocasiones dolor y frustración. Esa es la sensación que en muchas ocasiones se puede percibir en las organizaciones. La ‘era del diseño’ en la que estamos viviendo se refiere a un nuevo dialogo entre la realidad y la práctica, entre la ciencia y la relación con el mundo natural que co-creamos.
Desafios de la Era del diseño (se puede mover poniendo el cursor en el mapa)